La técnica correcta de cepillado de dientes implica los siguientes pasos:
Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves o medias y un tamaño adecuado para tu boca. Asegúrate de reemplazarlo cada tres meses o cuando las cerdas estén desgastadas.
Aplica una cantidad de pasta dental del tamaño de un guisante en el cepillo.
Sostén el cepillo en un ángulo de 45 grados respecto a tus dientes, de manera que las cerdas estén en contacto con la línea de las encías y los dientes.
Realiza movimientos suaves y cortos de vaivén o circulares, en lugar de movimientos bruscos de lado a lado. Cepilla todas las superficies de los dientes: las exteriores, las interiores y las superficies de masticación.
Presta especial atención a la línea de las encías, donde se acumula con mayor frecuencia la placa bacteriana. Cepilla suavemente esta área para evitar dañar las encías.
No olvides cepillar la lengua para eliminar las bacterias y mantener un aliento fresco.
Dedica al menos dos minutos al cepillado, dividiendo el tiempo por igual entre los dientes superiores e inferiores.
Evita aplicar demasiada presión al cepillar, ya que esto puede dañar el esmalte dental y las encías. Un cepillado suave pero firme es suficiente.
Enjuaga bien tu boca con agua después del cepillado para eliminar los residuos de pasta dental y partículas de alimentos.
Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente por la mañana después del desayuno y por la noche antes de acostarte. También es recomendable usar hilo dental y enjuague bucal como complemento al cepillado.
Recuerda que es importante visitar regularmente a tu dentista para revisiones y limpiezas profesionales, incluso si mantienes una buena técnica de cepillado en casa.